El 2020 fue mi primera participación, en Penj’Art20, para mi fue un éxito que me escogieran, pero por la situación que nos encontrábamos, en medio del covid, la asistencia fue muy reducida.
Por este motivo, en el post de esta semana te contaré qué me motivó a realizar esas obras y porqué las presenté a la convocatoria.
Así que ponte cómoda, en compañía de una buena taza de té o café que empezamos 🙂
Contexto histórico:
La convocatoria de Penj’Art20 es de principios de mayo hasta mediados de julio.
En marzo del 2020 se había desatado la locura, no pude salir de casa hasta finales de abril, principios de mayo, solo podía pasear un kilómetro de distancia.
Las calles estaban vacías, las parejas no podían salir juntas, no podíamos hablar con nadie, así que los pocas personas que salíamos a pasear al perro o a comprar en el super, ni nos mirábamos.
En unos de esos paseos con Mina, mi fiel compañera de 4 patas, fuimos hasta la biblioteca de Torre Llobeta y allí estaba el cartel de la convocatoria de Penj’Art20.
Buscar una motivación
Hacía un mes que no dibujaba, después de lo de mi madre, estaba sin fuerzas, en estado de shock.
Me apunté a varios cursos de Domestika, veía tutoriales de dibujo de youtube y tenía varios libros de dibujo de la biblioteca.
De esta forma me motivé, e intenté aparcar por un rato la situación que vivíamos. Así empecé otra vez a dibujar.
Temática de los dibujos
Durante esos meses dibujé paisajes orientales, marinas y retratos.
Principalmente, realizaba retratos de mujeres con rasgos exóticos, con vestidos de otros lugares o de otras épocas.
Con la finalidad de transportarme a un mundo imaginario, utópico para alejarme del ambiente asfixiante en que estábamos todos metidos.
Y por qué no?
Cuando vi el cartel de la convocatoria de Penj’Art20 tenia medio centenar de dibujos hechos, en varias técnicas.
Observé que había un avance en el resultado final de la obra, entonces pensé que tal vez era el momento de intentar exponer mi obra.
Busqué las dos ilustraciones que más me gustaran, les hice fotos y envié el correo.
Cuando en septiembre recibí la contestación con el resultado positivo, tuve una serie de sentimientos encontrados.
Por un lado, me sentía todavía muy afectada por la forma que perdí a mi madre y por otro lado, estaba muy contenta por qué un sueño se había hecho realidad.
En ese momento aprendí que por muy mal que estés, si te esfuerzas, eres constante, y trabajas en tus sueños, las recompensas van llegando.
Chica con Kimono azul
La primera propuesta que envié para participar en la edición de Penj’Art20, fue Chica con kimono azul.
La técnica usada es acuarela, acuarela metalizada, perfilado con calibrado, sobre papel de 180 grm. Dimensión A4.
Esta ilustración habla de una mujer joven asiática que mira directamente al espectador, con mirada serena y tranquila, llevando un kimono azul, con ribetes rojos, recogido el cabello en un moño con tocados dorados, igual que los pendientes.
En este periodo usé los colores pensando en su significado y su uso en terapia, así pues, el azul en psicología te aporta tranquilidad, seguridad, el rojo fuerza, vigor, en algunos casos agresividad, y el dorado esta asociado a la abundancia.
El mensaje que da la mujer japonesa de época imperial, es de esperanza, debemos estar tranquilos, ser tenaces y perseverantes, todo pasa, todo se transforma.
En definitiva, la vida es un ciclo que debemos pasarlo todos, por lo tanto, no nos tenemos que angustiar, pasará lo que tenga que pasar, siempre saldremos victoriosos y con algo nuevo aprendido.
Mujer años 20
La técnica usada es acuarela, acuarela metalizada, perfilado con calibrado, sobre papel de 180 grm. Dimensión A4.
En esta ilustración aparece una mujer fumando, de medio perfil mirando al espectador, en una cafetería, o en una fiesta privada de la alta sociedad de los años veinte.
La protagonista nos invita a disfrutar de la vida, a valorar los pequeños placeres, porqué no sabes cuanto duraran, ni lo que te deparará el futuro.
Recuerda que la década de los años 20 del siglo XX se le llamó los felices años 20, se habían dejado atrás las penurias de la 1ª Guerra Mundial, la economía y la industria se recuperaban.
Algunos hombres de negocios apostaron todas sus fortunas, sus industrias y casas en la bolsa, un lucrativo, rápido y volátil negocio.
Llevándoles a la ruina total durante la caída de la bolsa de Nueva York que tuvo lugar en 1929, recordado por el Crack del 29.
En el imaginario colectivo de esa época nos ha quedado los atrevidos vestidos de las mujeres, los novedosos peinados, el lujo, pero también fue un tiempo muy duro para los trabajadores de las fábricas, con jornadas larguísimas.
En esa década de excesos la mujer alcanzó sus primeros niveles de independencia y libertad.
La historia se balancea entre momentos de avances en los derechos humanos, y progresiva perdida de ellos.
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Conclusión
Desde mi punto de vista, hay dos tipos de artista principalmente.
Los que realizan una obra por pura estética, por el placer de crear algo bello, sin tener un plan previo, sin necesidad de transmitir nada más.
El segundo grupo, en el cual humildemente me incluyo, los que queremos transmitir un mensaje con nuestra obra.
Tú que opinas? Crees qué el arte es una buen medio para transmitir mensajes o ideas?
Si te interesa que hable más de este tema puedes dejarlo en comentarios.
Encontrarás la agenda actualizada del centro cívico de Torrellobeta aquí
Gracias por leerme.
Recuerda que en el arte como en la vida, siempre se aprende 😉